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Thursday, August 11, 2011

GALA CONTRA EL CANCER EN MARBELLA

Amparo de la Gama (Marbella)  -  12/08/2011
En la Marbella del 2011, los espíritus más atentos ya están preocupados ante la evidencia de que todo está cambiando para que nada vuelva a ser igual. Prueba de ello es el “absoluto éxito” de la gala benéfica del pasado miércoles organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer, en la que la recaudación obtenida con la venta de entradas –se vendieron cerca de 400 cubiertos a 200 euros cada uno- será destinada al mantenimiento de los programas gratuitos impulsados por AECC en Marbella.
Un absoluto éxito que, no obstante, fue ensombrecido por la ausencia de alguna personalidad importante. En esta veintiocho edición, la nueva directiva quiso darle un giro al evento y modificar el escenario de mármol, donde las reinonas de liftings y maquillaje tomaron el relevo de la jet que se citaba hace muchos años. Para esta permuta se eligieron nombres como el de Ana Botella y José María Aznar.
Sin embargo, a pesar que  la mismísima presidenta Rusé Caballé se personó en la casa que posee el ex presidente del gobierno en Guadalmina para darle la invitación en mano, los señores de Valladolid tenían ya otros planes. O al menos eso dijeron. Aunque no es de extrañar que fuera una excusa, porque nadie imagina a Ana Botella en la misma mesa que Beatriz Trapote o Carmen Bazán hablando de Ambiciones y de los “planes de Botox” que al día siguiente hicieron.
 
 
La humildad de Santiago y su ágape a Banderas
 
Dicen que la humildad es como un pegamento, que hay que aplicarle al ego todos los días. Pero parece que el engrudo debe estar en desuso para ciertos personajillos de los saraos marbellíes. ¿Por qué será que cuanto más frikis más osados? Debe ser una epidemia. Tal vez si todos los invitados a la Gala del Cáncer se aplicaran el saber estar de Santiago Domínguez, “El Lucio marbellí” serian mucho más sabios.
 
El chef de Antonio Banderas, Julio Iglesias o Camilo José cela es el encargado de donar sus jamones de pata negra para esta causa. El mismo sufrió “a esa fiera enjaulada que se llama cáncer”. Sin embargo, la enfermedad no le ha impedido que a sus 73 años siga cocinando como dios. De hecho, anoche casi se cortó un dedo. La organización le situó en unos jardines donde no había ni luz. Él no la necesita, tiene luz propia. Pero lo dicho, casi se queda sin dedo por darles los brillo para la estirpe de las “trapote, ostos, grajal o rápeles”. Solo hacía unas horas que Santiago y Antonio Banderas en la casa la Gaviota compartían los langostinos que el chef le cocinó al actor para el día de su cumpleaños.
 
María Pineda, heroína de la noche
 
Otra que tiene luz propia es María Pineda. En ella convergen los dos polos: lo verdadero y lo bello. Y allí estaba ella, ahogada por una áspera tos que le producen los medicamentos que toma para luchar contra la enfermedad del cáncer. Pero a pesar de ello, entre tos y tos, la modelo seguía de frente dando el callo en el photocall como una heroína de cómics, que considera que dejarse apocar es vileza y delito.
 
Luchadora también y discreta Laura Valenzuela, muy cerca del escenario para no perderse nada. Bárbara Rey, una habitual de los actos contra el cáncer, este año acudió con más motivo que nunca: hace unos meses le fue extirpado un tumor benigno en el pecho. Una de las invitadas que al final no pudo asistir por encontrarse en cama fue Marisa Medina. El periodista José Manuel Parada nos contaba que “lo está pasando fatal. Estaba tan ilusionada con estar aquí que fui a recogerla. Pero le fue imposible levantarse de la cama”. Pero al día siguiente ya estaba bien y compartió mantel con todo el clan de Ambiciones en Puro Beach.
 
Ausencias y presencias
 
Es el símbolo de los tiempos. Ausencias y presencias. Los Hachuel que ya están en Marbella, Marta y Jacques, asiduos todos los años, no estuvieron en la gala. Pero sí hubo otro listado de empresarios: Mariano Fuster de Juvé o el propietario del Grupo Marina d'Or, Jesús Ger, que este año no se pierde una. El hotelero se lo pasó genial el sábado pasado y quiso ir más allá del cubierto. Tal y como contamos en Vanitatis, pagó 10.000 euros por bailar en directo con Eva Longoria el eterno  “Moon River” en la Gala de la Starlites. Lástima que no haya imágenes para inmortalizar el momento.
 
Como Cenicienta a última hora llegó la alcaldesa de Marbella, María Ángeles Muñoz. Ya tocaba. Ésta es la primera gala del verano a la que asiste. La oposición ya estaba recriminándole su ausencia,  aduciendo que no es normal que en una ciudad que vive del turismo, su regidora se retire en este periplo tan importante para el pueblo. Pero en fin, pelillos a la mar. Lo cierto es que “Titi”, como la llaman sus amigos, llegó con esa beldad que da la relajación de los que pueden descansar en verano. Sólo algunos privilegiados tienen esa suerte, porque “La ciudad del canto sin dueño” nunca duerme. Mientras tanto, a su alrededor, el mundo se desintegra por falta de más genios con humildad.
 
 

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