Vanitatis - 07/08/2011
La modelo Marisa Jara (IC)
Tras años de sonadas historias de amor, Marisa Jara se ha convertido en una auténtica reina de corazonesa sus treinta y pocos. Desde que empezara su relación con el ex triunfito, Manu Tenorio, la eterna aspirante a actriz ha ido subiendo poco a poco el nivel de sus conquistas, intentando acercarse lo más posible a su prototipo de hombre perfecto: rico, guapo y famoso.
Marisa y Manu se conocieron en el rodaje de un video. La modelo había sido elegida para rodar el clip de uno de los singles del triunfitos. Poco después de empezar a salir, Marisa se mudó a Barcelona, donde se instaló con Manu. Pese a que todo parecía ir sobre ruedas, cuatro años después, la pareja hizo pública su ruptura a través de un comunicado.
Tras aterrizar en el tentador mundo del corazón, gracias a su relación con el artista andaluz, Marisa decidió dejarse de chiquillerías y convertirse en la nueva novia de Joaquín Cortés. ¿Qué mejor tarjeta de presentación que la de posar junto al cotizado bailarín? Su relación se hizo oficial en la Semana Santa de 2006, cuando unas imágenes de ambos dedicándose numerosas muestras de cariño en las calles de Londres aparecieron en los medios. Cannes, París, Nueva York, la sevillana lucía su mejor sonrisa cuando aparecía sobre la alfombra roja del brazo de su flamante bailarín. Gracias a su nueva relación, Marisa iba a aspira a convertirse en una celebritie de verdad.
Sin embargo, esta relación de ensueño duró poco. Pero la modelo no bajó los brazos y siguió buscando a su hombre ideal. Gracias a su despampanante físico, sus ojos felinos y sus carnosas labios, Marisa Jara encandiló al empresario mexicano Chente Escribano, el hombre que se convertiría unos meses después en su marido.
Esta vez, Marisa aguantó año y medio al lado de su esposo. Terminó la relación y puso rumbo a las Islas Británicas. Ni corta ni perezosa, la modelo empezó una nueva relación, esta vez con el compositor de ópera, pintor y ex componente del grupo Mecano, José María Cano. Todo apuntaba a que se convertirían en la pareja del verano. Sin embargo, parece que Marisa se lo ha pensado dos veces y prefiere estar al lado de un adinerado empresario mexicano, antes que compartir el resto de sus días con un artista.
Gracias a su dilatada carrera dentro del mundo del corazón, parece que Marisa ha conseguido por fin saber qué es lo que quiere. Mientras tanto, habrá que seguir viéndola en sus desfiles, algún que otro evento promocional y quién sabe si en la gran pantalla.
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